miércoles, 11 de noviembre de 2015

Por fin deje de ver el mundo a través de un cristal, ahora soy yo quien camina, toca, siente y huele este espacio de forma autentica como vivir la vida misma, correteando en un medio que tuvo que esperar, retenido en un tiempo que sumaron meses, que soltaba a su vez cortos mensajes que impactaban en mi como restos de antiguas ráfagas que se convertían en pensamientos para hablarme en las noches, que existirá en un futuro todo cuanto quiero y volveré a ver con la mente aquello que los ojos no supieron entender. El entorno recobra otra imagen, más completa y detallada, el instante se puede inspirar y retener en los pulmones de forma pausada, escalar vuelve a ocupar casi todo en mi cabeza, recuerdo las vías que quedaron el pasado año en el tintero en imágenes como si hubieran sido tomadas con mi propia cámara e intento resolverlas con el más mínimo esfuerzo. Disfruto el agotador cansancio de una jornada más de escalada mientras camino de regreso escuchando el crujir de las hojas secas del otoño bajo mis pies, el atardecer hará lo de siempre sobre aquellas montañas que sobresalen sobre las demás y que permanecen blancas incluso en la estación mas caliente. Ahora comprendo el instante, incluso el caer de una hoja se merece ser observada por que junto a élla arrastra una estela de invisible calma. Doy por supuesto que sentir ha tomado otro escalafón en el reino de los sueños y siento como se ensancha la atmósfera liberándose de toda contaminación creciendo a golpe de latido, como se estira provocando reflejos y sordos sonidos, un océano con nubes, un universo en obras que construyo en forma de carrusel que a veces se detiene en lo más alto para observar las luces de esta gigante feria y que a veces se precipita a lo más bajo repentinamente en las horas más largas y bacías, en una oscuridad hueca, en un profundo silencio donde empieza una nueva escalada por conseguir una vez más lo que una vez fue la felicidad de un perfecto y continuo movimiento.





Naturaleza viva.





Pascal en un largo boulder en Kandertal 7c/c+.